El gato es un animal limpio por naturaleza, y por ello se asea lamiendose el cuerpo varias veces al dia. Este habito es tan favorable para su higine, pero a veces puede jugarles una mala pasada. La lengua aspera, debido a la rugosidad de sus papilas gustativas, se convierte en un cepillo que arrastra los pelos muertos. La lengua del gato trabaja como un verdadero cepillo y al pasar por su cuerpo, suelta el pelo muerto. La mayor parte de este acaba siendo tragado y puede llega a formar bolas de pelo en el estomago mas o menos grandes.
Al ser ingerido pueden ocurrir varias cosas: estos ovillos pueden transitar por el intestino sin causar daños en el felino, en cuyo caso los encotntraremos en las heces. Hay oasiones en los que si provocan un malestar importane en el gato. Aunque si no pequeñas por lo general terminan siendo expulsadas con uno o varios vomitos.
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